Golden Hour en Rotterdam
Llegamos a media tarde al aeropuerto de Rotterdam - La Haya. Habíamos estado todo el vuelo revisando los excels y presentaciones para el día siguiente, y la idea de cenar algo rápido de camino al hotel y caer rendido en la cama era cada vez más apetecible.
Solo subirnos al taxi, vi que eso no iba a pasar. La golden hour asomaba la cabeza entre los edificios, creando reflejos y sombras que obviamente no podía dejar escapar. Maldita manía que tengo de viajar con la cámara a todos lados.
Una de las mejores cosas que tiene Rotterdam es su arquitectura. Casi toda la ciudad fue destruida durante la segunda guerra mundial, y tras la reconstrucción, todo tiene un estilo muy moderno.
No es una ciudad muy turística, realmente en un día podrías ver lo más importante de Rotterdam. Pero es una ciudad genial para callejear y perderte en el estilo de vida holandés, que a veces puedes perderte en ciudades tan masificadas como Amsterdam.
Blaak es para mí una de las paradas obligatorias, ya que en la misma plaza tienes el Markthal y las casas cúbicas.
El Markthal es un edificio impresionantemente grande que sirve un poco para todo. Los laterales son pisos donde vive gente, pero el interior es un mercado con todo tipo de comida. Sí, hay jamón.
Las casas cúbicas son eso, casas cúbicas. El interior es super curioso, el espacio esta super optimizado y nunca te acostumbras a ver las paredes ensanchándose y estrechándose a medida que vas subiendo.
La vuelta al hotel, con la ciudad ya de noche, fue mi momento favorito. La ciudad estaba tranquila, y aproveché para pasear olvidándome de las fotos. De hecho, viví unos meses en Rotterdam de Erasmus, así que aproveché para recorrer las calles por las que iba cada día hace dos años.
