Turó de l'Home

20190929-DSCF9353.jpg

Find local businesses, view maps and get driving directions in Google Maps.

Era la última semana de septiembre, y mi amigo Guillermo y yo teníamos unas ganas de excursión que nos las hacíamos encima. Elegimos una montaña de nuestra lista de pendientes y googleamos alguna ruta chula, todo así muy improvisado.

El Turó de l’Home es el pico más alto del Montseny, y en su cima tiene un observatorio meteorológico instalado en 1932. Es muy fácil de llegar en coche y bici, pero en invierno hay que ir con cuidado cuando está nevado.

El domingo a las 9 de la mañana ya estábamos en el coche en ruta. Al cabo de hora y media ya estábamos en el aparcamiento, punto de inicio también de la excursión.

El recorrido eran teóricamente un círculo de unos 9 kilómetros, pero ya os hago el spoiler: no teníamos ni idea de por donde ir, así que una vez hicimos la cima, volvimos por donde habíamos venido.

Empezamos subiendo un bosque de hayas que parecía que no tenía fin. El camino subía haciendo eses, parecía que no terminaba nunca. Y además, aprendí que un hayedo es 0 instagrameable. Así que recomiendo disfrutar la primera parte de la excursión y olvidarte de las fotos.

A medio camino nos encontramos un antiguo pozo de bellotas, un agujero enorme en medio del bosque. Hace años, llenaban el fondo de nieve, haciendo una capa de hielo, y lo llenaban de bellotas para que se conservasen.

Seguimos subiendo y - por fin - se acabó el bosque, dando paso a una vista bastante espectacular. Desde ese punto ya se ve el Turó de l’Home (1.712m) i Les Agudes (1.705), los dos picos que queríamos hacer ese día. 

20190929-DSCF9209.jpg
20190929-DSCF9229.jpg

Nos dirigimos al Turó de l’Home, un pico muy fácil de coronar, y que se puede llegar en coche y bici prácticamente hasta arriba. Obviamente, esto hizo que estuviera lleno de gente. No vayáis en domingo. 

Desde ahí, Les Agudes está a media hora, un camino un poco más montañoso pero perfectamente practicable y muy chulo si te gusta la montaña. 

20190929-DSCF9285.jpg

Llegamos a Les Agudes sin mucha complicación, adelantando montañeros ahí donde podíamos siempre y cuando al pesado de Albert no le daba para hacer alguna foto. Eso sí, a medio día, las vistas son muy bonitas pero las fotos quedan fatal con la luz tan intensa. La Luz de mapache, que les llamo yo.

En tres horas teníamos hechos los dos picos, así que empezamos a deshacer el camino por donde habíamos venido y fuimos a comer al Turó de l’Home. Ahí hay un centro de comunicaciones militares y era el único punto en el que parecía que había algo de sombra.

20190929-DSCF9349.jpg

Nos encontramos con un ciclista muy simpático que llegó fundido a la cima. Le ofrecimos algo de agua, y el amigo se pimpló media cantimplora. Qué simpático :)

La vuelta por el mismo camino ya no tiene mucho más secreto. Lo chulo era ver cómo iba bajando el sol y las fotos quedaban cada vez mejor. 

Albert Bermejo